LA MUERTE DEL PATRÓN DEL FUNDO
En las caballerías viven las sombras
Que incitan al crimen eficaz
Estratégico gesto sutil sin belleza
En la tierra que es dura
Donde el señor plantó piedras
Las moscas gustan de reposar
En los arneses
A la hora caliente del valle
Ratoncillos gustan de esconderse en viejas botas
Y los gatos refregarse en la tierra
Solo los perros observan
Desplazarse las siluetas
En forma de revólveres
Y escopetas.
Las monturas ya no duermen
Abruptamente despiertas
Quedan fijas frente a los caballos
Cansados
Alguien llegó de la ausencia
Fumando venganza desde la distancia
Un sombrero cometió el error
De surgir de las sombras
El forastero fue más rápido
Que el huaso escondido
Entre la paja y sacos de choclos
El viento apagó el ruido de la bala.
El forastero que venía del extranjero
Se llamaba injusto exilio
Vino a cobrar la vida
Al patrón de su padre ahorcado
Y al culpable de su casa en llamas
El forastero nunca olvido
A los criminales vecinos
Que acabaron con su padre
En el pueblo aún se escucha el disparo fatal
Que cobró justicia contra
El dueño del bello pueblo
Decorado por las montañas
Y la sequedad de la tierra
Y las gargantas
El forastero se fue con el viento
A tierras lejanas
Sin mirar hacia atràs
Donde se pudría un maldito cuerpo
Que había usurpado su rancho
Dejándole el perpetuo sufrimiento
como prisionero del destino
el forastero se fue con el viento
que soplaba como canto
« sin perdón , ni olvido »